Con la siembra cercana se pretende aprovechar al máximo el terreno disponible, hasta 4 veces más que en un cultivo convencional, pero antes es preciso como se indicó en la entrada anterior, El diseño del huerto doméstico, proceder a la cava del bancal y la incorporación de materia orgánica.
La siembra cercana se hace con una técnica llamada tresbolillo, en la que las plantas se distribuyen en forma de hexágono (ver imagen), de modo que todas las plantas queden equidistantes las unas de las otras y todas tengan el mismo acceso al agua y a los nutrientes. La distancia entre plantas, que varía de una especie a otra según su tamaño definitivo, se plantea en relación al tamaño que crecerá cada especie, de modo que las hojas entre plantas, una vez hayan adquirido su tamaño, se tocarán.
De este modo se consigue:
1. Cultivar un mayor número de plantas por unidad de superficie.
2. Crear una cobertura completa al suelo evitando la acción directa del Sol sobre éste, reduciendo así la pérdida de agua por evaporación.
3. Crear un microclima que favorece la actividad de los descomponedores al mantenerse la humedad ambiental y atenuar las temperaturas al evitar la acción directa del Sol.
4. Mantener en el suelo una humedad y temperatura que favorece el desarrollo de las raíces de las plantas y la asimilación de nutrientes.
4. Evitar el crecimiento de plantas adventicias (antaño llamadas malas hierbas).
5. Reducir las plagas al favorecer a la fauna auxiliar beneficiosa.
En el dibujo adjunto se observa el marco de plantación de pimientos mediante la siembra cercana, en la que cada planta se sitúa a 30 cm. El resultado es que en un bancal de 1,20 m de ancho por 3 m de largo, es decir, en apenas 10 metros cuadrados se consiguen plantaciones de 36 plantas de pimientos.
Los marcos de plantación de algunas verduras y hortalizas en centímetros se recogen en la tabla 1.
No hay comentarios:
Publicar un comentario